Actualmente se contabilizan más de 32 asentamientos y es considerado uno de los barrios más populares de Managua por la relativa facilidad con que accede a un pedazo de terreno donde construir una humilde casa con techo de uralita donde sobrevivir.
El nivel de pobreza es alto, tal y como se refleja en las viviendas y en las calles que en época de invierno se hacen intransitables por vehículos debido al lodo. Los asentamientos no cuentan con alumbrado público ni alcantarillados y, por lo general, se encuentran conectados ilegalmente a los servicios de agua y luz.
Generalmente la actividad económica del barrio se basa en el sector informal, venta de comidas, trabajos en zonas francas, servicios domésticos y de vigilancia, niños trabajadores de la calle (vende helados, periódicos, chatarras, etc.). Aquí vemos a Mercedes Chávez (izquierda) con Dña. Luísa (izquierda), que recientemente perdió a su hijo en una de los conflictos ocasionados en el asentamiento.
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